Educación Continua
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¿Cómo se forman los diamantes?
¿Cómo se hacen los diamantes?
Los diamantes se forman naturalmente en lo profundo bajo la superficie de la Tierra, pero también pueden ser fabricados en un laboratorio por los fabricantes de diamantes. Sigue leyendo para aprender sobre la variedad de formas en que podemos encontrar y producir esta gema tan codiciada.
Diamantes naturales
Los diamantes naturales se forman a partir de carbono puro a una profundidad de alrededor de 100 millas bajo la superficie de la Tierra. El proceso de formación del diamante ocurre durante millones (o incluso miles de millones) de años dentro de la roca fundida del manto terrestre, donde se encuentran las cantidades adecuadas de presión y calor para transformar el carbono en diamante. Luego, los diamantes son transportados a través de flujos de lava fundida hasta la superficie de la Tierra, donde se extraen y se convierten en las piedras preciosas que usamos para hacer joyería.
Diamantes sintéticos
Hay dos formas de fabricar diamantes sintéticos en un laboratorio, ambas usadas por los fabricantes de diamantes. El primer método sintético se conoce como 'alta presión, alta temperatura', o HPHT para abreviar. Este método es lo más cercano al proceso de producción de diamantes que ocurre naturalmente dentro de la Tierra, y consiste en someter grafito (que está hecho de carbono puro) a un calor y presión intensos.
Pequeñas piezas de metal en la máquina HPHT se usan para comprimir el grafito mientras es impactado con un pulso intenso de electricidad. Este proceso toma solo unos pocos días y resulta en un diamante de calidad gema. Desafortunadamente, este tipo de diamante sintético no es tan puro como un diamante natural, porque parte de la solución metálica usada para formar el diamante puede mezclarse con el grafito.
El segundo método de producción de diamantes se llama deposición química de vapor. Este método produce diamantes aún más perfectos que los que se encuentran en la naturaleza. La deposición química de vapor consiste en colocar un trozo de diamante en una cámara de descompresión, donde se trata con un gas natural bajo un haz de microondas. Cuando el gas se calienta a alrededor de 2,000 grados, partículas de carbono caen sobre el diamante y se adhieren a él. Usando este proceso, los fabricantes pueden cultivar una lámina perfecta de diamante durante la noche.